Maximo Schneider [ ID ]

Excéntrico. Es una buena forma de describir a este sujeto, pero quién lo hiciera se quedaría corto, en varios aspectos. No suele captar cierto tipo de indirectas. Es bastante directo. Con todas las personas. Pero si le gustara alguien, ni por todos los demonios lo diría. Es inteligente, decir que no lo es en demasía sería una gran estupidez. Aunque, solo aquel que hubiera pasado mucho tiempo junto a él podría decir como es de inteligente. Y algo difícil, pues se ha pasado prácticamente toda su vida de "vacaciones". Alegre, optimista, gracioso, irónico y divertido. Sobretodo, irónico. El amigo perfecto... con anotaciones. Es un gran cabezota, únicamente, si comete un error, puede llegar a tardar en reconocerlo. Trata muy bien a niños pequeños, supone que, como todo el mundo. Si está deprimido, cosa que dificilmente ocurre, no lo expresa de ninguna de las maneras. En otras palabras: no suele expresar demasiadas emociones ni hablar mucho. Es romántico, pero no en exceso. Con esto, quiero decir que, le gustan los momentos con cualquier persona bajo la luz de la luna y las estrellas. Es sarcástico y borde algunas veces, por no decir con ciertas personas. Pueden llegar a darle pequeños ataques de enfado por estupideces, aunque realmente solo le ocurre esto con personas que le saquen de quicio por su forma de ser. Ayudaría a cualquier tipo de persona; aunque ni conociera al individuo. Sí, tiene todo el perfil de ser un "pringado" del que la gente se aprovecha de él. Pero todo lo contrario. Nunca jamás, nadie ha sacado provecho de él. Es bipolar, incluso tripolar, si es que existe esa palabra. No, no tiene ninguna enfermedad mental. Pero sí que se comporta de manera diferente unas cuantas de veces. Pocas personas pueden llegar a animarle cuando se encuentra deprimido, y, de seguro, son personas especiales para él. Sabe aceptar las cosas tal y como son; aunque eso no signifique que le gusten. De hecho, algo que le caracteriza bastante es eso. Si le cuentan algo demasiado impactante, sencillamente no puede "registrarlo", así que lo "acepta" tal y como es sin querer darle una mayor importancia; aunque eso no significa que se le olvide. Lo guarda todo en su cuerpo y, sin ninguna duda, llegará en el día en el que por "aceptarlo" todo, se rompa. Prácticamente, todo el tiempo tiene dibujada en el rostro una sonrisa, y oh, tiene una gran variedad de ellas. Es increíblemente optimista, pero a la vez realista. Es confiado con todas las personas. Aunque es bastante analítico. No hagas nada sospechoso cerca de él: pese a que puedas ser un conocido suyo, ya estarás en la lista de "Vigilar su actitud". Puede ser algo despistado, aunque este defecto se acentúa más en el tema amoroso, como se dice anteriormente. No sería capaz de matar a alguien para salvar a otro. Al menos, en teoría. Si, llegara a esa situación, tendría que hacerlo. Su hobby favorito, sin duda alguna es cantar. Lo hace de una forma estupenda, y le encanta, aparte de fotografiar. Tiene un gran corazón, y pese a su corta edad, no se deja llevar tan fácilmente por la situación y los sentimientos. En situaciones difíciles, trataría de mantener la mente fría... a su manera. Es muy complicado definir la personalidad de este individuo; pero algo bastante destacable en él es que nunca, nunca, se da por vencido. No se siente del todo bien en soledad.

Pero, ha cambiado.

Tras una pequeña serie de acontecimientos, Maximo ha cambiado un poco. Era algo frágil, pero actualmente, es de un carácter algo más fuerte y con su personalidad alegre normalmente intenta subir los ánimos de quiénes se encuentren cerca de él. No tiene una razón concreta. No es intimidado fácilmente y sin problema alguno puede soltar un puñetazo o bien un cabezazo, lo que más le venga en gana. Su personalidad ha cambiado radicalmente, siendo bastante más dominante y, repitiendo algo dicho anteriormente, llegará el día en el que no pueda "aceptar" tantas cosas y se "rompa". Es decir, que no haga nada, que no responda a nada. Únicamente que piense en todo lo que ha "aceptado". Quien puede saber cuando llegará ese día. Y, quien sabe si... volverá en sí. Aborrece la violencia, y por ende, las armas.

De etnia caucásica, con un tono de piel ligeramente bronceado probablemente debido a alguna raíz hispánica. Maximo es una persona que cuida severamente su físico, trabajando al mismo a diario desde temprana edad, probablemente en la pre adolescencia. Unos músculos marcados, pero no en demasía, le permiten practicar deporte sin problema alguno. Siempre se levanta a las cinco de la mañana para poder hacer correr y saltar, practicando lo que más tarde se podría llamar como carrera libre o parkour.

¿Por qué contar la historia de un humano normal y corriente? Bueno, escuchad la historia de este muchacho y juzgad vosotros si, puede tildarse de "normal", porque eso es lo que quisiera él. Desafortunadamente, no llegó a conocer a su madre dado que esta misma falleció dándole a luz, quedándose sin fuerzas. Lo único que sabe es que era una de las mujeres más bellas de estas tierras según palabras de su padre, con un cabello color azabache, piel ligeramente pálida y los labios carmesí de propia naturaleza. Su madre, una Zimmerman, sacrificó su energía vital para otorgar la probabilidad de la vida al hijo que sabía que se convertiría en un gran hombre. Por fortuna, su hermano Horst está con vida y vive junto a su padre, Bertram. Por supuesto, no sabe que esta relación tiene algo más allá de cariño, aunque debido a su intelecto la idea se le ha cruzado algunas veces debido a que él mismo se ve atraído de forma irremediable por los hombres. Por razones que le son ajenas, a la edad de siete años su propio padre le apartó de su vida para ingresarle en un internado de Berlín. Por extraño que parezca, no le tiene rencor alguno a su padre por ello. Sabe que no lo hubiera hecho sin una buena razón, pese a que no le guste en absoluto que el propio Bertram no confíe en su propio hijo. Dada su capacidad intelectual, a partir de los doce años la policía pidió su colaboración en algunos casos que ellos mimos no podían completar. Algo que, hasta el momento, hace gustoso para ayudar a los demás. No hay mucho más que destacar de su vida, salvo su afán por estar con su familia.