Ficha de Derek Rothstein

Derek es un chico muy inteligente, su afán por la medicina es una muestra de ello. Es compasivo cuando lo ve necesario. Le gusta liderar en muchos ámbitos de la vida, lo cual es perfecto y digno de ver en su familia. Es muy observador, lo que a veces lo vuelve astuto. Le gustan los chicos, y ese echo le volvió precavido para que nadie se enterase. Puede seguir esperando si aparecerá alguien en su vida que sea para siempre, porque de momento le va bien así, usando a chicos para una noche, o más.

Derek mide un metro y ochenta y tres centímetros. Tiene un cuerpo atlético entrenado desde que era pequeño. Los ojos verdes son raros de ver, y él los posee. Su pelo es rubio oscuro, pero rubio igual, y suele llevar un corte de pelo corto. Su cuerpo sin marca alguna, es flexible, y tiene aguante.
Como personaje de la nobleza que era, vestía siempre con elegancia, salvo como es obvio en la enfermería de la academia, donde vestía una bata blanca, a veces abrochada y otras no, dependiendo de lo que le venga.

Una noche de luna llena nació un niño. El nacimiento de Derek se vio influenciado por la luna, cuyo elemento es el agua, y una de sus muchas características era la inteligencia, de la que dotó al recién nacido Derek, aunque debía ampliar conocimientos durante su vida para usar ese potencial.
Fue educado según la sociedad y en su propio hogar, con profesores particulares, pues sus padres se lo podían permitir. Mejor dicho, se podían permitir cualquier cosa que quisieran, pues los Rothstein son una familia muy acomodada. Cercana a la realeza, los convertía en nobles.
El joven Derek creció sano y fuerte. Y como cualquiera, pasó por algunas enfermedades, lo cual le otorgó la capacidad a su sistema inmunitario de generar anticuerpos. Fortaleciendo el sistema inmunitario de modo que en el futuro, no daría tiempo a la aparición de posibles síntomas.
En la adolescencia, pidió a sus padres de ir a una academia a seguir estudiando. Al principio se mostraron algo reacios a la idea, pero tras meditarlo, aceptaron. Lo enviaron a la Academia Rosenstolz, en Kuchen. La razón por la que permitieron a su hijo estudiar en una academia, en lugar de en casa con profesores particulares, cosa que ellos consideraban mejor, aceptaron por la sencilla razón de que el chico necesitaba aprender algo que no se aprendía con esas clases, la práctica de las relaciones sociales. En aquella academia se vería rodeado de personas, y tenía que aprender a relacionarse. Confiaban en él por sus impecables notas en las enseñanzas particulares.

En la Academia Rosenstolz, se convirtió en el favorito de algún profesor que valorara su inteligencia, por desgracia, la mayoría no lo consideraban así, y simplemente lo valoraban por otros motivos. Su posición social, su dedicación, su atlético esfuerzo en los deportes y ejercicio físico (aunque en este campo no era el mejor como en los estudios), su fornida constitución, su atractivo, y su sensual mirada de raros ojos verdes que solía acompañar de una sonrisa. Durante los estudios, descubrió el mundo de la ciencia, el cual le encantó y encontraba muy interesante. Pese a todo, no era lo suficientemente avanzado para resultar verdaderamente útil a la humanidad, y eso era algo que él quería y no iba a encontrar en Kuchen.
En lo referente a las relaciones sociales, fue popular para aquellos que les interesaba sus conocimientos, y envidiado por los que querían sus notas. Aunque se llevaba bien con todo el mundo. Además, las emociones que se sienten en esa época empezaron a surgir. Se sentía atraído por los chicos de su alrededor. Bueno, todos los de la academia, pues no había chica ni mujer alguna. Ni siquiera la típica enfermera para los accidentes escolares que pudieran suceder.
Una de las primeras noches, paseando por los oscuros pasillos de la academia, se topó con un alumno de penúltimo curso que lo había visto. Aquel chico parecía sentir algo por Derek a parte de admiración. Le pidió que lo acompañara a su cuarto, y Derek aceptó, moviéndose por sus sentimientos recién surgidos. Además de por las hormonas FSH y LH que su cuerpo generaba, entre otras. Una vez en el cuarto de aquel chico mayor, de alguna forma casi instintiva, Derek sonrió y lo miró de modo sensual, clavando su mirada en los de él, y este se acerco lentamente para besarlo. Un ósculo que despertó en Derek una característica de su familia que por evidentes razones mantendría en secreto, y aquellos que lo supieran mantendrían la boca cerrada por las más diversas razones. Esa noche, Derek comprendió porque su familia solía decir que era líder.

Su vida en la academia desde aquel momento fue mejorando. Cada día que pasaba había ganando más confianza en si mismo.

Cuando llegó al último curso, en lugar de quedarse en Kuchen, decidió volver a Berlín, la capital de Alemania. Lo que en verdad quería aprender no podía hacerlo en Kuchen, pero si fuera de ese lugar.
En Berlín de vuelta con sus padres les habló de la academia y lo que había decidido. Sus padres estaban de acuerdo, pues veían que su hijo podía valerse por si mismo, y estaban orgullosos de él. Aunque la política no era lo que Derek quería hacer, la medicina podía ser igual de buena y necesaria. Además de que habían médicos en la alta sociedad y la nobleza, podía ser él quien salvara la vida a alguien importante y bien posicionado que pudiera ser de interés para la familia.

Derek hizo algunos viajes por el mundo para aprender más sobre medicina y ciencia en general. Lo veían muy joven para ello, pero enseguida les demostraba de lo que era capaz su cerebro. Hasta que un buen día, sin esperarlo, lo avisaron de una institución científica de Berlín. Querían que investigara algunos ataques de animales, o accidentes acontecidos últimamente en las proximidades de Kuchen, y para ello trabajaría de enfermero en la academia Rosenstolz.